La incongruencia en acción

1 year ago

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Defendiendo la democracia a golpes contra la discrepancia


En un glorioso día de protesta, los defensores de la democracia salieron a las calles, listos para luchar contra la discrepancia y proteger la diversidad de opiniones... ¡golpeando a todos los que osaron pensar diferente! Equipados con sus valientes chalecos de "justicia" y su distintivo grito de guerra de "no toquen a nuestros corruptos", estos fervorosos activistas políticos demostraron que en el juego democrático, los golpes son la mejor forma de convencer.

Entre los ilustres participantes de la marcha se encontraban destacados personajes políticamente activos, quienes son reconocidos por su defensa inquebrantable de sus intereses personales. Estos individuos, enfundados en sus chalecos de lujo, hicieron alarde de su clase social alta mientras abogaban por una democracia que se adapte perfectamente a sus propios ideales.

En una coreografía digna de los cuadriláteros de lucha libre, estos valientes manifestantes se turnaron para golpear a cualquier opositor desafortunado que tuviera la osadía de manifestar una opinión diferente. Sus puños volaron en el aire como baluartes de la libre expresión y su agresividad sin límites fue una prueba conmovedora de su compromiso con la pluralidad de ideas.

Mientras desataban su furia justiciera, estos paladines de la democracia demostraron su respeto por los fallecidos al arrancar las cruces blancas que simbolizaban la tragedia de la Guardería ABC. Utilizando estas cruces como herramientas de demolición, dejaron en claro su convicción de que su visión de la realidad era la única válida y digna de recordarse.

En su incansable lucha por proteger la independencia judicial, estos defensores de la democracia no repararon en que la verdadera independencia implica garantizar la imparcialidad y respetar las diferentes posturas. Sin embargo, prefirieron una Corte Suprema compuesta por seguidores leales y comprometidos, quienes estarían dispuestos a validar sus propias agendas políticas.

Para leer más sobre el contexto de esta marcha y su relación con la democracia y las instituciones, te recomiendo la entrevista que le hicieron a Lorenzo Meyer los periodistas, El Ine no se toca, donde analiza la situación política actual. Además, Jorge Zepeda Patterson en su artículo La Exportación del Odio hace hincapié en la ironía de los manifestantes y cómo se repiten patrones de manipulación en la defensa de intereses personales.

En resumen, esta marcha es un claro ejemplo de la incongruencia y la contradicción presentes en algunos movimientos políticos, donde se busca defender la democracia mientras se utilizan medios violentos y se rechaza la diversidad de opiniones. Este comportamiento muestra una clara manipulación de las instituciones y un desprecio por los principios democráticos en aras de intereses personales y agendas políticas.

¡Defender la democracia nunca había sido tan... peculiar!